Un día un amigu me priguntó porqué no era para ver películas de miedu: porque me dan miedu, hom, le respondí.
En cambiu, onque las historias de críos y de viejos siempri me jicierin llorar, güelvo de tarde en tarde a picar angún libru que tien comu protagonista a unu de esos dos. Asina me enamoriqué de Llano, entre muzucos que esmanan trebajando los sus años de críos y viejas que ajuyen de la su probeza con dinidá. Y asina me alcontré jaz años con Delibes y el su Camino particular. Un pueblu jallaízu para la imaginación con olores y sabores bien cunucíos: un libru preciosu escritu por un home dinu de alabancear.
Quierin jacelu hiju adotivu de Molleo. Yo jaz tiempu que adopté al su caminu.
En cambiu, onque las historias de críos y de viejos siempri me jicierin llorar, güelvo de tarde en tarde a picar angún libru que tien comu protagonista a unu de esos dos. Asina me enamoriqué de Llano, entre muzucos que esmanan trebajando los sus años de críos y viejas que ajuyen de la su probeza con dinidá. Y asina me alcontré jaz años con Delibes y el su Camino particular. Un pueblu jallaízu para la imaginación con olores y sabores bien cunucíos: un libru preciosu escritu por un home dinu de alabancear.
Quierin jacelu hiju adotivu de Molleo. Yo jaz tiempu que adopté al su caminu.
1 comentario:
Leí El Camino cuando todavía no tenia la edad de Daniel el Mochuelo y desde entonces ningún otro libro me ha dejado como terminé éste, pasando la última página con un lagrimón corriendo por la mejilla en mi cama como si fuera yo misma la que marchaba del pueblo. En fin...
Llego tarde a esta entrada, pero es que me ha gustado mucho.
Sigamos con el resto.
Diana.
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