20 septiembre 2006

Razones pa un BIC (3): los museos

Siguru que un museu no es el mejor lugar p´alcontrar las nuestras hablas. Es un patrimoniu vivu que apaez ena comunicación de las presonas como un códigu mudable y cambiante. Metelu en un museu puei ser engurruñalu pa que coja nun espacio chicu y dejalu trespintau cudando tresnalu. Tien peligros asgaya.
Pero por otro lau, nada hay más escabildrau que la pulítica de daque museos de la nuestra tierra enos que s´esmana toda referencia a las nuestras hablas. Paez pocu cincillu de desplicar que museos como el enográficu de Muriedas o el de la naturaleza de Carrejo acurrien aperios, animales y árbores del nuestru entornu y no sean capaces d´esponelos citándolos pol su llamatu. Tan importante como caltener una colodra, un rabel o una cuna del siglu pasau es caltener los sus llamatos (colodra/guzapa, bandurria, escanillu); y otru tantu enos animales: ¿si es tan necesariu costodiar la nuestra variedá biológica, porque no jacer lo mesmu cola variedá lingüística y agudar a que el tasugu, la bonuca, las cajigas y los saugos (y hasta las caparras y los lumiagos) caltengan los sus llamatos?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Uenu, y de verdá creis tú, por poné-te un casu, que a Hulia le hezo falta que en su día declararan el abla suyu de enterés cultaral pa siguir gastándolo.

Pero binditu de Dios, no veis que no ai caminu. Lo que no ai es quín cuntinuá-lo porque aquellos pueblos huerin al garete y con ellos tolo que va anehau.

Es de comprender que aiga hente vuluntariu que queráes hacer algo, pero cunfundíos estaríees si crierees que sacando modalidaes "normativas"-"albortones"- o arrimándovos al esturianu ibees a amehorar naa. Siacasu, viciversa...

Pesa icí-lo, pero cumo se sinte á de parlá-se.

PD: dehá-vos de dá-le sidra a esa muher, que esa con una copina de oruho calza las chirucas y trespón derechu a las vacas del Pinnu cumo un reló.

veceru dijo...

Hola Boran:
No te pese decirlo, yo también lo pienso y lo he dicho en este mismo foro:

http://lavecera.blogspot.com/2006/07/jacelu.html

Pero añoro un mundo perdido y feliz, mi única patria que es mi infancia y que está rodeada de palabras que veo morir a mi alrededor. Y aquí, sentado trabajando delante de un ordenador como un muchacho de botica en un pueblo tramontano no puedo hacer mucho más que picar teclas y soltar mis inquietudes y mis miedos: gritar. Y con la única recompensa de que me escriba o lea un tudanco voy tranquilo a la cama y siento que por un instante vuelvo a los pueblos que están cerca de las brañas.
(Episodio infantil. La Braña. Manuel Llano)
PD A ver cuándo te dejas caer un día por La Serna y charlamos