Dice Xulio Viejo en la entrevista publicada en el último número de Alcuentros que la normalización lingüística en Cantabria necesitará "alguna circunstancia de carácter extralingüístico que, en todo caso, habrá de ser lo suficientemente poderosa como para determinar una voluntad en tal sentido entre la comunidad de hablantes". Un detonante que debería aglutinar amplios intereses para dar cabida al mayor número de personas, renunciar a posiciones maximalistas y realizar un intenso trabajo de pedagogía. ¿Cuál podría ser ese detonante? ¿Existirá siquiera esa circunstancia capaz de generar tal movimiento? En todo caso, queda claro que todo el proceso es cuestión de voluntad; si queremos, habrá normalización. Poner el énfasis en este punto abre esperanzas, pero también invita a pensar que si apenas se ha evolucionado hasta hoy es porque realmente no existe esa voluntad. Quizás solo tenemos lo que nos merecemos.
13 enero 2006
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