06 marzo 2008

Claves

Las críticas y la incomprensión duelen mucho. Así, cuando escuchas a gente hablar del diccionario de Daniel Estrada (un abrazo desde aquí) con la mala baba y mala intención con que lo hacen, la sensación es muy dolorosa. No tendrán argumentos ni razón, pero molesta que se rían de algo por lo que uno trabaja. Vuelves a casa algo cabizbajo, pensando si a lo peor están en lo correcto y sería mejor dedicarse a otra cosa: el traje típico, las cabañas pasiegas, la bandurria... ¿Quién me mandaría meterme en este tinglado? Si encima ese día has olvidado las llaves de casa y tienes que recorrer varios kilómetros para poder coger el juego de repuesto... el bajón está servido.

Sin embargo, algo sucede. Cuando vas a coger las llaves de repuesto que sólo una madre previsora acertó a colocar allí, sientes que todo vuelve a tener sentido. De forma sencilla, recuerdas por qué haces lo que haces, qué te impulsa y qué quieres. Allí, escrito con letra dificultosa de quien nació entre brañas sin oír de lingüística, te reencuentras con la razón: SOBERAU JISÚS.

Y a seguir

05 marzo 2008

.. y más riquiraque.

La consejería Meyu Ambienti sigue tocando la lengua. Güena visual esa de ajuntar lenguaje, hombre y naturaleza comu una unidá a caltener con toda la su riqueza. Abora son afotos de Pedro Palazuelos en "Palabra habitada: toponimia y medio ambiente en Cantabria". Sedrá en el Centro de Estudios Lebaniegos de Potes el jueves a las 19:00. Quin se eche una está por allá, que mos cuente como jue.
Porque si sal comu la presentación del viernes pasau que aquí dijimos, sedrá un ésitu siguru. Genti asgaya, acertáas palabras, bien entarajilau y sobre todo, un documental que merez la pena velu porque inguisa al debate sobre qué jacer en esos montis. Yo atropé el mío en la puerta. Si ties pa jaceti de él... just do it!